Jóvenes ajedrecistas ciegos se concentran en Talavera de la Reina
Jóvenes ajedrecistas ciegos se concentran en Talavera de la Reina
23 de marzo del 2010

Del 27 al 31 de marzo, en el Hotel Roma
Cuatro de los participantes, Víctor Amores, Óscar Rubio, Rudy García y Noelia Robles, son talaveranos

Varios jóvenes ajedrecistas con discapacidad visual mantendrán, entre el 27 y el 31 de marzo, una concentración de ajedrez en la localidad toledana de Talavera de la Reina, un deporte muy habitual y con muy buenos jugadores entre las personas ciegas.

La concentración, que se desarrollará en el Hotel Roma (c/ de Roma, 1), ha sido organizada por la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) con diferentes objetivos, que van desde la iniciación en el juego del ajedrez y la disciplina entre aquellos jugadores que no conocen más allá del movimiento de las piezas hasta el refuerzo técnico de aquellos otros que ya tienen una experiencia y nivel aceptables.

Los ajedrecistas participantes en esta concentración son los talaveranos Víctor Amores, Rudy García, Oscar Rubio y Noelia Robles; Jesús Pavón, de Huelva; Manuel García, de Asturias; y Cristian Arcas y Albert Morales, de Barcelona. Sus edades oscilan entre los 8 años de Cristian y los 20 de Rudy. Estarán acompañados por dos entrenadores.

Durante la concentración, los horarios de trabajo serán de 11.00 a 14.30 horas y de 16.00 a 19.00 horas, excepto el día 27 que será sólo por la tarde, y el 31, sólo por la mañana.

Los jugadores se dividirán, en general, en dos grupos, para atender dos niveles de conocimiento diferentes, aunque realizarán también algunas actividades en común.

El ajedrez, uno de los deportes más integradores

El ajedrez es un deporte de larga tradición entre las personas con discapacidad visual, por su facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas videntes.

Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto. Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.

Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el que se insertan las piezas a través de un pequeño vástago que éstas tienen en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.

Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de modo que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.

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